“Chile y Latinoamérica son también como un negro. Aquí no hay nada, ni siquiera el nombre del Continente es nuestro, no podemos decir que exista música latinoamericana porque todo lo que tenemos es hijo de la mezcla. Y a partir de esa mezcla todo es válido. Nosotros hemos tomado lo nativo, lo de tribu que tiene más que ver con los negros y los indígenas. Lo nuestro es una mezcla de música negra, rap y bases que algunas veces son hasta de cumbias. Es rap a la chilena, aindiao, choreja. Somos también un grupo de choque y nuestras pintas están en esa onda también. Pintas como de guerra, con zapatillas y jeans, como listos pa´cualquier cosa.”
En la década de los 80 un grupo de periodistas vinculados a la revista “Análisis” formaron el Colectivo “Teleanálisis”, personajes como Fernando Paulsen, Augusto Góngora y Cristián Galaz confluyeron en lo que se definió como un “noticiario ilegal” que registraría distintas historias y conflictos nacionales.
Los medios audiovisuales, como todo medio de comunicación masivo de la época, se encontraban controlados por el régimen militar y los grupos políticos y económicos aliados. Teleanálisis es quizás un indicio de las venideras formas de independencia comunicacional que surgirían desde los 90 hasta la actualidad. En total se realizaron 202 reportajes repartidos en 46 capítulos y grabados en cintas VHS. El modo de distribución consistía del traspaso de las copias a distintos organismos de la oposición.
“Estrellas en la esquina” y “Los prisioneros” reflejan distintos aspectos de la sociedad de la época, de la primera se puede desprender la creciente influencia cultural extranjera y su llegada a las poblaciones que se multiplicaban en las periferias de Santiago. La introducción del Rap y el Break-dance en Chile, como dice la cita inicial, conlleva inevitablemente su mezcla con aspectos culturales propios, el resultado, el rap “aindiao” que supo traducir la lucha de los negros en Estados Unidos a la lucha chilena contra la dictadura, la pobreza y la exclusión.
“Los prisioneros” hacían lo mismo pero con el rock, sus letras cargadas de crítica social se transformaron en himnos antisistémicos, si Teleanálisis usaba el VHS, Los Prisioneros usaban el cassette. Se trata de la cultura B, lo que se pensó como un “noticiario ilegal” es hoy un registro de acontecimientos no cubiertos por los medios oficiales y que nos muestran hoy las instancias culturales que no calificaban para el Festival de Viña.
La soltura del estilo de estos reportajes intentaban escapar no solo de las temáticas pauteadas, inertes e insípidas, sino también de una televisión desabrida y excesivamente formal. Son expresiones culturales que surgen de la mezcla, burlan censuras e influencias y encuentran el camino.
Francisco Vera
Equipo Cineclub.
Fuente: cineclub.uchile.cl
Lalo, de los Panteras Negras, 1992.
En la década de los 80 un grupo de periodistas vinculados a la revista “Análisis” formaron el Colectivo “Teleanálisis”, personajes como Fernando Paulsen, Augusto Góngora y Cristián Galaz confluyeron en lo que se definió como un “noticiario ilegal” que registraría distintas historias y conflictos nacionales.
Los medios audiovisuales, como todo medio de comunicación masivo de la época, se encontraban controlados por el régimen militar y los grupos políticos y económicos aliados. Teleanálisis es quizás un indicio de las venideras formas de independencia comunicacional que surgirían desde los 90 hasta la actualidad. En total se realizaron 202 reportajes repartidos en 46 capítulos y grabados en cintas VHS. El modo de distribución consistía del traspaso de las copias a distintos organismos de la oposición.
“Estrellas en la esquina” y “Los prisioneros” reflejan distintos aspectos de la sociedad de la época, de la primera se puede desprender la creciente influencia cultural extranjera y su llegada a las poblaciones que se multiplicaban en las periferias de Santiago. La introducción del Rap y el Break-dance en Chile, como dice la cita inicial, conlleva inevitablemente su mezcla con aspectos culturales propios, el resultado, el rap “aindiao” que supo traducir la lucha de los negros en Estados Unidos a la lucha chilena contra la dictadura, la pobreza y la exclusión.
“Los prisioneros” hacían lo mismo pero con el rock, sus letras cargadas de crítica social se transformaron en himnos antisistémicos, si Teleanálisis usaba el VHS, Los Prisioneros usaban el cassette. Se trata de la cultura B, lo que se pensó como un “noticiario ilegal” es hoy un registro de acontecimientos no cubiertos por los medios oficiales y que nos muestran hoy las instancias culturales que no calificaban para el Festival de Viña.
La soltura del estilo de estos reportajes intentaban escapar no solo de las temáticas pauteadas, inertes e insípidas, sino también de una televisión desabrida y excesivamente formal. Son expresiones culturales que surgen de la mezcla, burlan censuras e influencias y encuentran el camino.
Francisco Vera
Equipo Cineclub.
Fuente: cineclub.uchile.cl
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